Responsabilidades del diseño Post Covid

¿Cómo deberían los arquitectos y diseñadores considerar su aportación a nuestro nuevo mundo "normal"?

Al sortear una vida realmente extraña y aislada bajo el impacto de la COVID-19, parece que hemos aterrizado en el set de una de mis películas favoritas: Minority Report, que se filmó en 2002. Ambientada en 2054, la trama cuestiona la capacidad de las personas de engañarse a sí mismas sobre la verdad, las mentiras y la realidad, y plantea la cuestión filosófica de si el futuro está predeterminado o puede ser alterado por el libre albedrío.

Por lo tanto, tenemos que hacernos una pregunta: ¿cómo de importante es garantizar que la creatividad, la imaginación y la innovación, que son parte integral de la razón de ser de arquitectos y diseñadores, se estén preparando ahora para ofrecer una nueva realidad ambiental global, y proponer el inicio (Inception en inglés, otra de mis películas favoritas) de un mundo post covid mejor diseñado, más resistente e igualitario?

Ante esta crisis global, las decisiones que tomen los individuos y los gobiernos en las próximas semanas podrían dar forma al mundo en los años venideros; no solo los sistemas de salud sino también nuestras economías, políticas y culturas. Debemos actuar y abogar de manera rápida y decisiva.

Por supuesto, esta no será la primera vez en la historia que las ciudades y los edificios se han reinventado en respuesta a enfermedades, y los antecedentes de la crisis actual incluyen: la renovación de Haussmann del París de 1800, las calles de Londres del siglo XIX reconfiguradas después de las epidemias de cólera y las nuevas leyes de zonificación de Nueva York que abordaron las condiciones miserables de las viviendas. La forma siguió a la infección, si os parece.

Entonces, ¿cómo nos preparamos para diseñar para nuestro mundo cambiado y consideramos las implicaciones de dónde nos encontramos y cómo usamos los espacios públicos para eventos deportivos, entretenimiento, socialización, aprendizaje, viajes, entrenamiento físico, lugares de trabajo y vida comunitaria? Los arquitectos necesitarán, sin duda alguna, diseñar espacios urbanos que permitan a las personas dispersarse.

Estadio de fútbol Camp Nou, Barcelona Spain. Foto Michael Lee/Unsplash

Estadio de fútbol Camp Nou, Barcelona Spain. Foto Michael Lee/Unsplash

Los diseñadores deberán especificar la automatización incorporada para mitigar el contagio; la tecnología sin contacto, como las puertas automáticas, los ascensores activados por voz, la puerta de entrada controlada por el teléfono móvil, la iluminación con manos libres y los interruptores de control de temperatura, incluso la detección de temperatura o la desinfección por rayos ultravioleta podrían convertirse en estándar.

Las especificaciones ya estandarizadas en el diseño de atención médica pueden necesitar extenderse a otros edificios, como reducir las superficies donde los gérmenes pueden multiplicarse y proporcionar sistemas de ventilación que limpien y reemplacen el aire contaminado. Los diseñadores buscarán telas y acabados antibacterianos naturales, pero también deberán considerar cómo se obtienen y fabrican.

Deberíamos diseñar hogares flexibles para adaptarse al teletrabajo, permitir la privacidad y la seguridad, así como la vida multigeneracional, y proporcionar espacios exteriores para el juego y el cultivo de alimentos en espacios privados o compartidos basados ​​en la comunidad.

Incluso podríamos considerar cómo los propios edificios podrían limitar la propagación de futuras epidemias. Los detalles constructivos de las calles y los comercios deben adaptarse para acomodarse al distanciamiento social, mientras que debemos apoyar a los urbanistas de alto nivel para traer espacios abiertos, cuencas hidrográficas, bosques y parques al centro de los lugares donde vivimos.

Grandes espacios abiertos dentro de las ciudades podrían permitir la implementación de servicios de emergencia y protocolos de evacuación. La calidad del aire, la gestión de residuos y agua son, después de todo, las claves de nuestra salud y bienestar en las ciudades futuras. Necesitaremos tener acceso a los datos y plantear nuestros procesos de diseño en base a los comentarios y las valoraciones.

We will need access to data and a feedback-based approach to our design processes.

Los planes regionales integrados centrados en las economías, el suministro de energía, las redes de transporte y la producción de alimentos permitirán que las nuevas redes sostenibles se conviertan en pilares de la resiliencia y fuercen una coalición más fuerte para un cambio sostenible.

Paso de peatones en el boulevard Santa Mónica. Foto Jack Finnigan/Unsplash

Paso de peatones en el boulevard Santa Mónica. Foto Jack Finnigan/Unsplash

Sin embargo, debemos tener en cuenta las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones. Quizás por primera vez la tecnología permita el monitoreo de las poblaciones, por lo que, si no tenemos cuidado, esta epidemia podría crear un hito en el desarrollo de la historia de la vigilancia personal.

En su batalla contra la epidemia del coronavirus, algunos gobiernos han implementado nuevas herramientas de vigilancia al monitorear de cerca los teléfonos inteligentes de las personas, usar cámaras que reconocen la cara e incluso obligar a las personas a verificar e informar sobre su temperatura corporal y condición médica.

Este es el nivel de vigilancia que Stephen Spielberg predijo en Minority Report. Es posible argumentar el caso de la vigilancia biométrica como una medida temporal durante la emergencia pandémica, que podría reducirse una vez que la emergencia haya terminado. ¿Pero lo hará, si hay una nueva emergencia al acecho en el horizonte?

Los beneficios de confiar en aprovechar los datos para el bien público, podrían excederse si los avances políticos y tecnológicos en vigilancia nos despojan de nuestra privacidad.

Nuestras ciudades aún se están desarrollando y se necesitan más. Queda por construir más del 60% del entorno global construido previsto en los centros urbanos para 2030. Esta es nuestra oportunidad para crear resiliencia, reducir el riesgo de desastres y mejorar la calidad de nuestras vidas en las ciudades del mañana a través del diseño.

Los arquitectos y diseñadores tienen habilidades únicas basadas en el pensamiento crítico y la capacidad de imaginar nuevos futuros. Ya somos una comunidad multilateral, tenemos el alcance y las opciones para mejorar el planeta.

Espero que nuestra comunidad de diseño encuentre formas de trabajar a nivel mundial para abordar los problemas urgentes de nuestro tiempo. Cada crisis también es una oportunidad: podemos reconstruir nuestro entorno, pero es nuestra elección reconstruirlo mejor.

Imagen principal_Camera wall, Toronto, Canada. Photo Lianhao Qu/Unsplash